Hace algunas semanas, ha comenzado en el templo parroquial de Apozol, la preparación de algunos adolescentes para recibir el sacramento de la confirmación, la respuesta ha sido buena y el curso ha comenzado bien, esta catequesis se realiza todos los viernes de 5 a 6 de la tarde. Es conveniente saber que el sacramento de la Confirmación es uno de los tres sacramentos de iniciación cristiana. La misma palabra, Confirmación que significa afirmar o consolidar, nos dice mucho. En este sacramento se fortalece y se completa la obra del Bautismo. Por este sacramento, el bautizado se fortalece con el don del Espíritu Santo. Se logra un arraigo más profundo a la filiación divina, se une más íntimamente con la Iglesia, fortaleciéndose para ser testigo de Jesucristo, de palabra y obra. Por él es capaz de defender su fe y de transmitirla.
A partir de la Confirmación nos convertimos en cristianos maduros y podremos llevar una vida cristiana más perfecta, más activa. Es el sacramento de la madurez cristiana y que nos hace capaces de ser testigos de Cristo. La Confirmación es “nuestro Pentecostés personal”. El Espíritu Santo está actuando continuamente sobre la Iglesia de modos muy diversos. La Confirmación– al descender el Espíritu Santo sobre nosotros - es una de las formas en que Él se hace presente al pueblo de Dios.
Felicitamos a estos jovencitos por su respuesta al Señor en esta preparación y a sus catequistas por esta disposición de enseñarles con amor y generosidad.